Stand By: Modo espera

El 20 de Mayo de este año 2009 parecía que la suerte de los Clippers iba a cambiar, y es que ese día la caprichosa fortuna hizo que el "vecino pobre" de L.A. tuviese el derecho de convertir a Blake Griffin en el #1 del draft.

Los Clippers no dudaron, el ala-pivot salido de la Universidad de Oklahoma se convirtió en la esperanza Clipper. Aparte de todo lo que hemos podido ver de su juego mientras militaba en los Sooners, que no era poco, se dice de él que es un trabajador incansable, cuya ética de trabajo es excepcional a pesar de lo realmente buen jugador que ya es, y que gracias a su trabajo y buen hacer el resto de compañeros se verían contagiados por la energía del flamante #1 del draft, y todos juntos, por fin, aspirarían a cotas más altas dejando de deambular en las profundidades de la Conferencia Oeste.

Parecía que este Griffin no sería uno de los sonados fiascos de los Clippers en el draft, y que por fin se conseguiría remontar las últimas andaduras en la Liga, los PlayOffs del 2006 quedan ya lejos, y más aún lo hacen los anteriores, ni más ni menos que ¡¡1997!!. Pero los del 2010 con la bajada de nivel del otrora Wild Wild West, y la mejora de estos Clips hacían factible el logro.

Para ello nada más draftear a nuestro protagonista, por cuestiones de incompatibilidad, parecía claro que Zach Randolph debía salir del equipo, y el 2 de Junio se fraguó el milagro, Quentin Richardson volvía a cambiar de equipo (y no sería la última en este verano) y Zach recalaba en los Memphis Grizzlies. Una vez hecho el hueco para Griffin, los mimbres para afrontar esta temporada parecían ser muy sólidos.

Dicen de Baron Davis que está en gran forma, y la rara vez que eso sucede es sinónimo de buen baloncesto, y de encumbrar al bueno de Davis a los altares de los mejores bases de la NBA, además cuentan con un año más de experiencia por parte del excelso escolta salido de la Univeridad de Indiana, Eric Gordon, que sin duda es un fuera de serie. Pero el verdadero poder de los Clippers reside en el frontcourt, muchos nombres, kilos y centímetros. Kaman, Camby, Jordan, Griffin, Smith, Thornton...

Jóvenes, compensados y con mucha proyección, y sobre todo con Blake Griffin y su ejemplo, pero...

...en el aterrizaje de ese monstruoso mate Blake se lesiona, y el tiempo de baja estimado no será inferior a las 6 semanas (20 partidos). Así que toda la ilusión creada se esfuma con la lesión, y aunque a priori no es nada grave si deja a las claras la mala suerte instalada en el seno de esta franquicia (sí, con los Clippers creemos en la mala suerte).

El proyecto debe continuar, y todas las buenas vibraciones pese a todo tienen que estar vigentes. La elección de Blake sigue siendo un claro punto de inflexión para la franquicia, pero no deja de ser curioso cual es el empiece de esta nueva andadura. Descorazonador, pero no dejará de ser un simple retraso. Aunque cierto es que para esta temporada el retraso puede ser muy caro, y es que si la sensación que muchos tuvimos al enterarnos de la noticia se instala en el vestuario puede que estemos ante la enésima temporada perdida para estos Clippers, y aunque no, 6 semanas no dejan de ser mucho tiempo, y puede ser capital, porque hablamos de un rookie, y éstos pese todo lo buenos que puedan llegar a ser, también necesitan un tiempo de adaptación.

Así que en esa caída, toda la temporada y todas las ilusiones creadas durante este largo verano quedan en Stand By.