El "Bienvendidos al curso baloncestístico ..." no volveremos a escucharlo más de la boca de Andrés Montes, pues este "jugón" nos ha dejado, pero lo que sí mantendremos en nuestros corazones es su modo de vivir el baloncesto y la vida, la cual "puede ser maravillosa".
Su vida se ha regido por ese "artículo 34", ha hecho lo que ha querido, cuando ha querido y como le ha dado la gana y eso es lo que le ha convertido en un comentarista especial, odiado y adorado por partes iguales pero que todos los aficionados al baloncesto echaremos de menos de una manera u otra. Ya no volveremos a escuchar sus peculiares narraciones, ya no volveremos a volar en las "aerolineas Jordan" ni será "muy fácil, si lo intentas" olvidar el recuerdo que no ha dejado. Andrés era un "carpanta" en el deporte y está claro que no pertenecia al club de "ni fu ni fá", era del club "do you love me", como aquellas canciones de los 70 que enamoraban con tan solo escucharlas. Andrés Montes era el verdadero "E.T.", un extraterrestre que vino a la Tierra para hacernos disfrutar todas las noches y hacernos soltar unas risas a las 4 de la madrugada cuando el partido era infumable, "etiqueta negra" de pura cepa.
"Había una vez ... un circo" en el que tu eras el mago, la magia salia de tu boca al igual que "chocolate blanco Williams" la hacía con sus manos, eras un "killer" de las retransmisiones y junto con Daimiel formabas una pareja como Stockton y Malone, esa que definias como "hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana", Daimiel, un amigo al que has dejado muy tocado por tu marcha, no te olvidará nunca pues las noches han sido increibles junto a él. Tu tenias "licencia para tirar", para hablar de cualquier cosa, música, gastronomia, cine ...
"¡Oh la la!", es es la exclamación que muchas veces me sacabas por como vivias las retransmisiones, la verdadera "pasión turca" eras tú, no había madrugada que no me sorprendieras con algo, "crack".
"Ayer tuve un sueño" ... y salías tu sonriendo, "¿por qué todos los jugones sonríen igual?", creo que ya lo sé, porque todos sabían que tu estabas detrás con tu peculiar estilo comentando sus jugadas, gracias por todo.
Su vida se ha regido por ese "artículo 34", ha hecho lo que ha querido, cuando ha querido y como le ha dado la gana y eso es lo que le ha convertido en un comentarista especial, odiado y adorado por partes iguales pero que todos los aficionados al baloncesto echaremos de menos de una manera u otra. Ya no volveremos a escuchar sus peculiares narraciones, ya no volveremos a volar en las "aerolineas Jordan" ni será "muy fácil, si lo intentas" olvidar el recuerdo que no ha dejado. Andrés era un "carpanta" en el deporte y está claro que no pertenecia al club de "ni fu ni fá", era del club "do you love me", como aquellas canciones de los 70 que enamoraban con tan solo escucharlas. Andrés Montes era el verdadero "E.T.", un extraterrestre que vino a la Tierra para hacernos disfrutar todas las noches y hacernos soltar unas risas a las 4 de la madrugada cuando el partido era infumable, "etiqueta negra" de pura cepa.
"Había una vez ... un circo" en el que tu eras el mago, la magia salia de tu boca al igual que "chocolate blanco Williams" la hacía con sus manos, eras un "killer" de las retransmisiones y junto con Daimiel formabas una pareja como Stockton y Malone, esa que definias como "hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana", Daimiel, un amigo al que has dejado muy tocado por tu marcha, no te olvidará nunca pues las noches han sido increibles junto a él. Tu tenias "licencia para tirar", para hablar de cualquier cosa, música, gastronomia, cine ...
"¡Oh la la!", es es la exclamación que muchas veces me sacabas por como vivias las retransmisiones, la verdadera "pasión turca" eras tú, no había madrugada que no me sorprendieras con algo, "crack".
"Ayer tuve un sueño" ... y salías tu sonriendo, "¿por qué todos los jugones sonríen igual?", creo que ya lo sé, porque todos sabían que tu estabas detrás con tu peculiar estilo comentando sus jugadas, gracias por todo.
La vida, sobretodo en las madrugadas, no será tan maravillosa sin él. Me quedo con su jovialidad y optimismo, aunque estoy realmente jodido en estos momentos. Gran perdida para el baloncesto.
ResponderEliminarMuy bonito y sentido homenaje.
ResponderEliminarTodos los aficionados a la NBA le echaremos de menos. Y le recordaremos siempre en esos partidos aburridos, porque él no estará para alegrarlos.
ResponderEliminarEspectacular tu post amigo
PD: Yo también necesitaba homenajearle en mi blog.
Un saludo
Grande el post. Y muy grande este crack que nos deja. Ya no volvera a ser lo mismo. Yo que esperaba volverle a ver en la television junto a Daimiel, para hacernos disfrutar como solo ellos podian hacerlo. Diferente a todos los periodistas y personas, grande por como era y por como veia la vida. Un JUGON en toda regla.
ResponderEliminarOlé, Dennis. Unas palabras muy bellas y llenas de guiños hacia Andrés que me han hecho emocionar. Muy grande.
ResponderEliminarGracias a todos, creo que lo que yo siento, lo sentis vosotros porque la pérdida de Montes ha significado mucho. Solo he escrito lo que sentia en ese momento, puede salir mejor o peor, no soy muy dado a post de este tipo, y nada, simplemente salió.
ResponderEliminarTremendo...no hay nada mas que decir. El mas grande se nos ha ido...
ResponderEliminarESPECTACULAR!!!!! JUGON, q bonito, olé y olé
ResponderEliminarGran post dennis.
ResponderEliminar¡Y gracias por todo, Montes, jugón!
PD: Tras un período sin pasarme por estas webs ahora con el inicio de la NBA ya me verás más por aquí.